viernes, 13 de febrero de 2015

efecto tapón

Taller 5 Sentidos de la ciudad de La Plata (Argentina).


Todos, o casi todos, sabéis que llevamos desde finales del 2013 recogiendo tapones de plástico para recaudar fondos, aunque sea de manera lenta y en pequeñas cuantías, como medida de apoyo para sufragar los elevados gastos de determinadas ayudas técnicas y ortoprotésicas   que Jorge precisa.

A veces me da por reflexionar sobre el fenómeno social que en estos últimos años se ha producido con el tema de los tapones de plástico.  Inclusive me atrevería a calificar el asunto de revolucionario, EL EFECTO TAPON.

Hoy hemos estado en el hospital, Jorge tenía varias consultas para revisión, una de ella de gastro. A lo largo de la conversación que mantenía con el médico ha salido la cuestión económica, motivada por el hecho de que no le compro a Jorge el medicamento para el estreñimiento, porque es caro y poco efectivo. Y desde ese punto al tema de los tapones ha sido un impás.
El médico ha aprovechado la oportunidad para informarse de primera mano sobre la veracidad de esta actividad, de la que  he podido dar fe en primera persona. Gratamente sorprendido por haber podido disipar sus recelos en materia de tapones solidarios,   me ha  contado que su esposa se tomaba esta actividad con mucha vehemencia y que en su casa se recogía bolsas y bolsas de tapones, y que él siempre había dudado que realmente ese esfuerzo llegara al objetivo final, ayudar a personas en situaciones de dificultad por diversos motivos.


A la salida del hospital nos hemos encontrado en la puerta con una de las enfermeras que tan amorosamente cuido de Jorge en su larga estancia en neo-natos. Y en esta ocasión otra vez ha surgido el tema de los tapones. Me ha dicho que en el cole donde estudia su nene están recogiendo tapones para Jorge, que lo vio en el cartel.

Esta tarde he vuelto a casa de la panadería de Bienve con otro voluminoso cargamento de tapones espontáneos, esto quiere decir, que alguien que pasó por la puerta del establecimiento, vio el cartel y se fue a no se sabe donde y apareció con una inusitada cantidad de tapones.

Y estos hechos no son aislados, todo lo contrario. La gente ve un cartel de algún niño que necesita tapones  y se entregan a la actividad taponera en cuerpo y alma.  Te llaman de aquí y de allá para que lleves carteles, para decirte que tienen tapones, que quieren ayudar.



Recoger tapones no cuesta dinero, es una solidaridad barata, sólo es cuestión de muchas molestias y mucho interés. SOLO CUESTA MUCHAS MOLESTIAS Y MUCHO INTERÉS ......................................... es precisamente ese afanosa VOLUNTAD por recoger tapones lo que  me hace tener mucha esperanza en la humanidad de  un mundo muy muy loco.
Una humanidad loca, pero que aún conserva esa chispa de lucidez que inspira a cada corazón  que con sus lindas manitas, uno a uno recogen los miles y miles de tapones necesarios para favorecer las vidas de otros seres humanos.
¿ será verdad que tenemos salvación y que "el efecto tapón" traerá una auténtica revolución pacífica?



taponeras de peluqueria Mirate, Mari y Conchi



Cada uno se esos miles y miles  de tapones que se recogen contienen  energía, en cada gesto de recoger un pequeño y sencillo tapón se emplea mucha energía, energía de valor incalculable porque va  mucho amor en ello eso deseo de ayudar, de colaborar,de compartir, de preocuparse por otro ..................... y se dice que  el amor es una fuerza muy poderosa. Tan poderosa como para provocar grandes cambios y  unir a las gentes ... 
Detrás de cada tapón  está la grandeza de un corazón ............ ¿ serán los tapones capaces de traer verdadera paz, inclusión  y fraternidad real?  Que así sea

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GRACIAS A TODOS  TAPONEROS ¡¡¡¡¡¡